La energía más barata es la que no se consume.

Los motivos pueden ser diversos: producción sin acceso para evacuar a la red, congestión en nodos de distribución mal interconectados o excedentes asociados a las energías renovables.

La minería de Bitcoin ayuda a monetizar energía gracias a su flexibilidad operativa ya que no es penalizada por operar de forma intermitente.

 

La minería de bitcoin es intensiva en consumo energético y al mismo tiempo cuenta con la capacidad de ajustar su demanda en cuestión de segundos.
 

Esta característica se aprovecha en las redes de distribución para equilibrar la oferta y la demanda, contribuyendo a la estabilidad del sistema y ayudando a mantener la frecuencia dentro de los parámetros operativos.

 

El calor es una forma de energía ampliamente demandada en nuestros días, desde el uso doméstico hasta el industrial.

El aprovechamiento del calor generado a través de la minería de bitcoin ayuda a su integración en entornos muy variados.